Una parte de los bancos que serán demolidos, junto a la verja del jardín de Viveros. / jesús signes

La humedad y los problemas de origen por una mala ejecución son las causas de que los bancos de cerámica del jardín de Viveros deban ser derribados para su posterior reconstrucción. Así se recomienda en la memoria que sirve de base al concurso para el proyecto de ejecución, con un coste que supera los 75.000 euros y está en fase de licitación hasta el día 20.

«Los bancos realizados con azulejo cerámico decorado en tonos azules tienen muchos faltantes y roturas. Revisten cierta peligrosidad para los viandantes ya que se encuentran en una de las entradas del jardín y las piezas rotas cortan», se alerta en el documento. La zona donde se sitúa el área de descanso es el acceso más monumental por la presencia de las antiguas taquillas y otras dos casetas, que también serán rehabilitadas dentro de las obras.

El Consistorio restauró hace años la verja de esa parte de los Jardines del Real, aunque dejó para una fase posterior los bancos, en evidente estado de ruina. «Falta de mantenimiento y motivos medioambientales han ido deteriorando», apuntan, para subrayar que por la «mala ejecución sufrida en el momento de su construcción, padece graves problemas de humedades en el conjunto de sus fábricas, debido a no contar con un buen drenaje, contribuyendo a la humedad constante y eflorescencias de sales, teniendo un carácter persistente en el tiempo».

Para solucionar esta patología se demolerán los cuatro bancos, para construir una cimentación donde se asentaran los nuevos, con las mismas medidas y forma, para lo que se sacaran plantillas de los actuales con fábrica de ladrillo de panal y bloque de hormigón preparados para la colocación de las piezas cerámicas. El criterio de ejecución es el de desmontar las piezas, conservando las que tengan restos de esmalte en un 85%, lo que se estima en menos de una tercera parte. Las faltantes serán reproducidas como las originales. En total, hay 1.625.

El presupuesto de obra de los bancos y las tres casetas rebaja los 62.000 euros, aunque el proyecto tiene cierta complejidad por la necesidad de respetar el diseño original. Los Jardines del Real tienen protección patrimonial, por lo que la comisión de Patrimonio tendrá que dar el visto bueno al proyecto definitivo, con el que se pretende mejorar una de las zonas más populares de los Viveros.

Se da la circunstancia de que a poca distancia se encontraba una fuente ornamental que fue trasladada hace años al antiguo monasterio de Simat de la Valldigna, al proceder la pieza de dicho recinto, que se beneficia de una rehabilitación desde hace años. Las patologías de las tres casetas son similares y se centran en los efectos de una humedad perniciosa combinado con un escaso mantenimiento. En todos los casos son utilizadas por los servicios municipales.