Antonio Delgado Pinto nos trae un sábado más lugares de nuestra provincia que desconocemos esta vez sobre la herencia árabe

Antonio Delgado Pinto. La profusión de adornos cerámicos en el sur viene dada principalmente por los siglos de ocupación islámica de la península, aunque también se han encontrado restos pertenecientes al Neolítico. La mayor parte de la cerámica actual de nuestra provincia que veremos a continuación ha sido manufacturada en las conocidas fábricas sevillanas de Santa Ana, Ramos Rejano, Mensaque Rodríguez, Montalván y Manuel Rodríguez, y pintada a mano por los más grandes autores del siglo pasado.

Este enorme mural cerámico está emplazado dentro del castillo de Cumbres Mayores. Se trata de un trabajo realizado por la Fábrica Montalván de Triana en 1925, en el que se muestra el escudo de Sevilla (a la que pertenecía Cumbres Mayores tras la Reconquista) y una inscripción que hace referencia a los privilegios otorgados a este lugar por el rey Sancho IV: ‘ESTE CASTILLO LO EDIFICÓ LA CIUDAD DE SEVILLA, OBTENIENDO PRIVILEGIO PARA SU CONSTRUCCIÓN DEL REY DON SANCHO IV EL BRAVO. DADO EN TORO EL DÍA IIII DE NOVIEMBRE DEL AÑO DE 1293. ESTA LÁPIDA SE COLOCÓ SIENDO ALCALDE DE SEVILLA EL EXMO. SR. DON AGUSTÍN VÁZQUEZ ARMERO, ALCALDE DE ESTA FORTALEZA EL SR. DON FCO. JAVIER SÁNCHEZ DALP Y MARAÑÓN. DICIEMBRE DE MCMXXV.’

En la fachada lateral de las escalinatas que conducen hasta la iglesia de San Pedro desde el paseo de Santa Fe, aparece este escudo papal cerámico realizado por la fábrica trianera Mensaque Rodríguez, probablemente en las primeras décadas del siglo pasado.

En el centro de la inscripción ‘PARROQUIA MAYOR DE SAN PEDRO. TU ES PETRUS (tú eres Pedro)’, puede verse el escudo vaticano, formado por las llaves del Reino, una de oro y otra de plata, bajo la tiara papal.

La iglesia de San Pedro es la más antigua de Huelva capital y se considera el lugar a partir del que fue formándose la ciudad. También estas escalinatas se consideran las más antiguas de este tamaño que existen en nuestra provincia.

El origen del Puerto de Huelva se remonta a diciembre de 1873, con la figura de Manuel Vázquez López a la cabeza de las primeras reuniones y acuerdos. Francisco Montenegro, artífice del aspecto posterior del puerto, fue quizás uno de sus directores más recordados. Su mandato tuvo lugar entre 1902 y 1930, veintiocho años en los que esta institución creció y se afianzó como uno de los principales puertos del país. También en esta época en que Francisco Montenegro fue director del puerto de Huelva se construyeron los ‘muelles definitivos’, como fueron conocidos a partir de entonces, que ocuparon una extensa zona que hasta ese momento había sido ría y marisma.

Realizado por la fábrica de cerámica Santa Ana de Sevilla a mediados del siglo pasado, este panel de azulejos preside la fachada principal del tinglado del Muelle de Levante.

Estos dos magníficos medallones cerámicos fueron pintados por la fábrica sevillana de Francisco Ramos Rejano en los años centrales del pasado siglo y presiden el actual colegio ‘Marismas de Hinojos’, llamado originalmente ‘Escuela Pío XII’. Representan a los reyes Isabel y Fernando en los edificios que fueron construidos para niñas y para niños respectivamente, tal como recuerda otra placa cerámica que también menciona el año de construcción de este centro educativo, 1956.

Los edificios son de una sola planta y ocupan una parcela enorme que además alberga el patio de recreo y una gran cantidad de zonas comunes. Quizás muchos arquitectos actuales y las instituciones que los auspician podrían tomar nota de esta arquitectura racional para centros educativos, mucho más humana y sensata que las construcciones que suelen hacerse hoy día, más semejantes a cajones insustanciales que a lugares donde niños y niñas van a pasar gran parte de su tiempo inmersos en esa gran tarea que es la socialización y el aprendizaje.

Este mural cerámico de unos doce metros cuadrados está en la parte superior de la fachada del ayuntamiento de Nerva, representando el escudo de la localidad. Fue realizado por el gran ceramista cordobés Enrique Guijo Navarro en los talleres sevillanos de Manuel Rodríguez a finales del siglo XIX.

Enrique Guijo, que colaboró con pintores de la talla de Daniel Zuloaga y Juan Ruiz de Luna, trabajó posteriormente en Talavera de la Reina y Madrid antes de ser nombrado conservador del Museo Municipal de Madrid.

El gran arquitecto Pérez Carasa construyó la capilla del cementerio de la Soledad entre 1927 y 1928 con algunos resabios neogóticos. Su fachada principal incluye este magnífico mural cerámico ojival sobre la puerta de entrada, pintado en tonos azules, blancos y amarillos, con la leyenda ‘BEATI QUI IN DOMINO MORIUNTUR’, es decir, ‘bienaventurados los que mueren en el Señor’.

Afortunadamente esta capilla ha sido restaurada recientemente. Como dato curioso, cabe señalar que muy cerca de su puerta están los tritones rescatados de la Fuente Magna cuando se derribó esta a finales de los años cincuenta.

Este mural circular representa un calendario azteca. Tal y como especifica una inscripción en la parte inferior del monumento de ladrillo que lo acoge, fue donado por el Instituto de Cooperación Iberoamericana y colocado aquí, en el paseo de los Escudos, en el año 1982, a fin de conmemorar el inicio de la década en que se cumplía el quinto centenario del descubrimiento de América.

El colorido y lo vistoso de este trabajo cerámico conecta perfectamente con la idea que muchos tenemos de las civilizaciones prehispánicas y del abrazo del viejo y nuevo mundo. Comparte esto:Twitter Facebook

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