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El polígono industrial de Landaben. Oskar Montero
Industrias intensivas de consumo de gas en Navarra han solicitado ayudas directas por 2,259 millones para paliar el incremento de costes por el aumento del precio de la energía y para ser competitivas.
Desarrollo Económico y Empresarial está tramitando subvenciones por un montante de 2.259.084 euros con fondos del Estado. Para atender las solicitudes, el Ejecutivo ha adoptado este miércoles un acuerdo para modificar el presupuesto de generación de crédito del Ministerio de Hacienda y Función Pública en el presupuesto de Desarrollo Económico y Empresarial.
Las empresas que han podido pedir estas ayudas trabajan en sectores como el del papel y cartón; fabricación de fibras artificiales y sintéticas; vidrio; productos cerámicos refractarios; productos cerámicos para la construcción; industrias extractivas; acabado de textiles; productos químicos básicos; pinturas; cemento, cal y yeso; productos abrasivos y minerales no metálicos; fabricación de productos básicos de hierro, acero y ferroaleaciones; y producción de metales preciosos y de otros metales no férreos.
El objetivo de las ayudas consiste en mitigar la subida del coste del gas por la invasión de Ucrania y las sanciones impuestas a Rusia. El importe para cada beneficiario tiene una cuantía máxima de 400.000 euros.
Sin embargo, hay empresas de consumo intensivo de energía que no pueden acceder a ayudas, como estas por ejemplo, a pesar de que sus costes han crecido de la misma manera que otras industrias. ¿El motivo? Porque su actividad no está registrada en el Estatuto de los Consumidores Electrointensivos. ¿Y qué es una empresa electrointensiva? Aquella que consume durante al menos dos de los tres años anteriores un volumen anual de energía eléctrica superior a 1 GWh (incluido el autoconsumo), de los que al menos el 50% se debe haber consumido en las horas correspondientes al periodo tarifario valle.
Actualmente el estatuto está en proceso de modificación para poder añadir actividades industriales (CNAE) que por ahora no están reconocidas como electrointensivas. Esto provoca que hay empresas que no pueden acceder a ayudas relacionadas con el incremento del coste energético.
El secretario general de la Asociación Navarra de Empresarios del Metal (ANEM), José Manuel Ayesa, ejemplifica que “este sector cuenta con determinadas industrias intensivas en consumo de energía que no pueden solicitar determinadas ayudas por no tener la catalogación de electrointensivas”. Esto ocasiona dos problemas: “un incremento de los costes inasumible y una pérdida de competitividad con empresas de otros países que están recibiendo unos tipos de subvenciones que actualmente no están aprobadas en España, como es el caso de Alemania”, detalla Ayesa.
Algunas empresas de la Comunidad del sector del metal que se encuentran en esta situación han llegado a perder clientes “con un peso importante en su facturación, y por eso están atravesando un momento crítico”, aclara el secretario general de ANEM. Una situación que puede llevar hasta “el cierre definitivo de estas compañías si no se adoptan medidas urgentes”. Ayesa aclara que estos casos concretos no se pueden generalizar al resto de la actividad del metal. “Pero existen, y algunas de estas organizaciones suman entre 100 y 200 empleados”, dice.
José Manuel Ayesa - Secretario general de ANEM
Ayesa cree que los gobiernos deben actuar con celeridad y en el caso del Gobierno de España fijarse en lo que están haciendo otros Estados miembros de la Unión Europea, como Alemania.
El país germano ha desplegado un plan con 5.000 millones en subvenciones para que “las industrias mantengan su competitividad”. Una serie de medidas que “España todavía no ha aprobado para su tejido empresarial”, reitera Ayesa, y que considera que serían necesarias para que las industrias navarras y del resto de comunidades sigan siendo atractivas en el mercado.
Por ejemplo, en Alemania las empresas que gasten al menos el 3% de su facturación en energía podrán recibir el 30% de la diferencia de precio respecto a los precios de 2021, con un límite de dos millones de euros por compañía. Además, las empresas que hayan sufrido pérdidas de explotación en un mes determinado debido al aumento de los costes de la energía podrán reclamar el 50% de la diferencia de precios del año anterior en el mes siguiente, con un límite máximo de 25 millones. La subvención se limitará al 80% de las pérdidas. Y sectores como la industria química, vidrio, siderúrgicos y cerámicos recibirán aún más subvenciones. El 70% de la diferencia de precios, con un tope de 50 millones.
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