Museo Nacional de Antropología: origen y arquitectura – N+

2022-09-24 12:14:54 By : Ms. Nick Li

Museo Nacional de Antropología: origen y arquitectura de un recinto emblemático de la historia de México.

La confluencia de tiempos, culturas, civilizaciones, identidades y expresiones artísticas de México tiene una de sus expresiones más imponentes en un lugar mágico y generoso llamado “Cerro del Chapulín” o Chapultepec. Un bosque que hace varios milenios (al menos tres) atrajo a los primeros pobladores del Valle de México y que hace algunos siglos se convirtió en área sagrada para las comunidades prehispánicas.

La presencia humana ahí, de la que dan testimonio primitivo antiguas piezas de cerámica y entierros, acabó por consolidarse cuando Chapultepec fue embellecido con acueductos y ahuehuetes llevados por órdenes de Nezahualcóyotl y Moctezuma. Este último tlatoani mexica también mandó hacer un jardín botánico en esa zona.

Tras la llegada de los españoles, Hernán Cortés se apropió del bosque y en 1530 Chapultepec fue otorgado por cédula real a la ciudad que había remplazado a la antigua México-Tenochtitlan. Desde entonces y ya en el México independiente, el lugar se ha mantenido como emblema y tesoro de la capital de la nación. Sería casi imposible relatar episodios fundamentales de la historia de México sin mencionar este territorio extraordinario. Sin embargo, sería hasta la segunda mitad del siglo pasado cuando Chapultepec alcanzaría un nuevo nivel como zona de patrimonio cultural y etnográfico de la nación.

Si bien el Castillo de Chapultepec había abierto sus puertas como sede del Museo Nacional de Historia desde 1944, no fue sino hasta la década de los años sesenta cuando varias iniciativas de fomento museográfico terminaron de impregnar este lugar de arte y de legado.

De esta serie de proyectos que buscaban exaltar los valores y patrimonios nacionales en el Bosque de Chapultepec, entre los que se incluían el Museo de Arte Moderno y el Museo de Historia Natural, el gran referente fue, sin duda alguna, el Museo Nacional de Antropología que se ubicó sobre el Paseo de la Reforma.

El 17/09/1964 se inauguró el @mna_inah

Cumplimos 58 años de ser el recinto museistico más grande del país, que rinde un homenaje a los pueblos indígenas del México de ayer y hoy a través de un nutrido acervo que pertenece a toda la humanidad. pic.twitter.com/0OFaHZdjvr

— Museo Nacional de Antropología (@mna_inah) September 17, 2022

La obra monumental, inaugurada el 17 de septiembre de 1964, después de año y medio de trabajos, fue proyectada por el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, con la colaboración de Jorge Campuzano y Rafael Mijares. Desde un principio, el gran museo se convirtió en símbolo de la arquitectura mexicana moderna por su diseño vanguardista, sus formas abstractas y sus originales y finas referencias a la arquitectura precolombina.

Pero si la estampa era magnífica, los tesoros que albergaba resultaban aún más fascinantes. Al interior, el recinto era una exitosa convocatoria de expresiones culturales y de patrimonios históricos; un estallido de colores, de sabiduría, de ingenio, de exuberancia…

Un pasado extenso y riquísimo desplegado en 22 salas de exposición permanente; la gran asamblea de los antepasados de la cultura madre ostentando sus colosales cabezas olmecas, los dioses teotihuacanos representados en enormes esculturas, los atlantes toltecas, los artesanos de Monte Albán con sus ofrendas funerarias y los mayas de Palenque, de Yaxchilán, de Bonampak y de Chichen Itzá, con el rey Pakal a la cabeza; una convención de genios, sabios y artistas alrededor de un monolito que es el gran corazón del museo: la Piedra del Sol que, según cuentan las crónicas más antiguas, fue tallado por 50 mil indios de Azcapotzalco, Mixquic, Tacuba, Texcoco y otros pueblos cercanos a Tenochtitlan.

La llamada Piedra de Sol, una de las piezas más emblemáticas del museo. (Imagen: @mna_inah/Twitter)

La moderna sede del Museo Nacional de Antropología fue el gran colofón de una serie de esfuerzos previos para investigar, resguardar, conservar, exhibir y difundir las colecciones arqueológicas y etnográficas de México; comenzando por la petición que Lucas Alamán le hizo a Agustín I en los albores del México independiente para crear un conservatorio de antigüedades y un gabinete de historia natural y siguiendo con la fundación, en 1865, del que es considerado el primer recinto museográfico del país: el Museo Público de Historia Natural, Arqueología e Historia establecido en el número 13 de la calle de Moneda.

Los méritos para ser considerado uno de los principales museos de América sobran y su poder para atraer cada año a más de dos millones de personas se explica fácilmente: ¿quién dice “no” a la invitación de entrar a un mundo fascinante, único y muy mexicano, albergado por una propuesta arquitectónica fascinante, única y muy mexicana?

“El paraguas”, ícono del Museo Nacional de Antropología. (Imagen: @mna_inah/Twitter)